viernes, 23 de marzo de 2007

PROPUESTA DE LECTURA

Profesores: ¿les parece la lectura por los alumnos,de este texto?

La creación ritual del espacio

La imaginación no es - como podría sugerirlo su etimología- la facultad de formarse imágenes de la realidad. Es más bien, la facultad de formar imágenes de lo invisible; es la facultad que “ canta la realidad”. El poblado clásico es antes que nada y, sobre todo, una canción ritual de esa especie.

Su fuente son los sueños. Cada cultura urbana parece tener sus propios procedimientos rituales a través de los cuales este sueño de “ la vida como flujo del morar dentro “ se refleja en la representación social del espacio en el que se habita. Una aglomeración de cabañas o tiendas se convierte en un poblado o asentamiento urbano sólo cuando su espacio ha sido reconocido ceremonialmente como sustancialmente distinto del ámbito rural, cuando es opuesto al el “ afuera”, cuando los senderos que atraviesan su espacio son reconocidos como caminos. Para el que quiera entender el espacio interno y la forma urbana en la cultura occidental desde una perspectiva antropológica, el guía más prudente y conocedor es Joseph Rykwert, especialmente en su descripción inmejorable de The Idea of a Town. Adopto su visón de los rituales que, en el mundo clásico en general, y en Etruria en particular, han creado el espacio urbano.

En la tradición clásica la fundación de un pueblo comienza con la “visión” de sus fundadores en un sueño. El héroe Heracles se aparece a Myskelos en un sueño y le encarga fundar una colonia, no muy en concordancia con la voluntad de sus vecinos y las leyes de su pueblo Aqueo. Cuando su proyecto es sometido a votación, el dios debe incluso hacer trampa cambiando las piedras negras, que significaban “no”, por blancas, que indicaban “si”. El fundador es por lo general conducido por un signo, en un estado de ensoñación, hacia un sitio donde estará el nuevo poblado. A veces una presa caza herida, un extraño pájaro, una nube o un rayo le llevan hacia el lugar escogido por los dioses. Eneas sigue a la cerda hasta el lugar donde deja sus crías y donde se erguirá Alba Longa. En una declaración entre sueños la Pythia prevé el destino de un poblado. Manda a Myskelos a Krotón a crear un lugar para Pitágoras y destina al mercader Archias a hacerse rico en Siracusa y morir allí a manos de su amante.E l sueño de la fundación siempre está preñado de destino, aunque sólo oscuramente.

Sin embargo, ni la vocación de un fundador , ni el mandato del oráculo de Delfos, ni siquiera el poblamiento de un sitio, son suficientes para convertir una localidad en un pueblo. Se requiere de la intervención de un vidente reconocido, de un Augur que cree espacio en el sitio descubierto por el fundador. Esta creación social es llamada In-auguración. El augur está especialmente dotado: puede ver cuerpos celestes que son invisibles a los mortales comunes.

Ve el templum de la ciudad en el cielo. Ese término es parte del vocabulario técnico de su oficio. El templum es una forma poligonal que se cierne sobre el sitio encontrado por el fundador y que es visible solo al augur mientras celebra inauguración. El vuelo de las aves, un sendero de nubes, el hígado de un animal sacrificado, pueden ayudar al augur en la con-templatio, el acto en el cual proyecta la figura vista en el cielo sobre el paisaje escogido por el dios. En esta con-templatio el templum celestial adquiere su contorno de este mundo.

Pero la con-templatio no es suficiente. El contorno del templum no puede establecerse sobre la tierra a menos que esté debidamente con-siderado, alineado con las estrellas (sidus). La con - sideratio sigue a la con – templario. La con-sideratio alínea el cardo ( los ejes ) del templum con “ la estrella “ de la ciudad. El cardo era originariamente un “ gozne “con un simbolismo masculino

La in-auguración concluye al nombrar aquellas partes de la ciudad que estarán a la derecha y a la izquierda, delante y detrás, y al dotar de un contenido a los espacios así visualizados, designando ( de - signatio ) el lugar para un mundos, o boca del mundo subterráneo, que se abre cerca del focus, la puerta focal ( de fuego ) que se abre para el otro mundo, por donde las Eríneas pueden salir a la superficie. Sin embargo, ninguno de los signos o gestos del augur dejan traza visible sobre el suelo. Son fijados en modelos de hígado o de ruedas, algunos de los cuales han llegado hasta nosotros. Las acciones del augur son un encantamiento del espacio mediante la oposición y maridaje de derecha e izquierda que habrá de hacerse tangible. El fundador mismo debe realizar el matrimonio entre el templum disimétrico y el paisaje.

Para esta ceremonia dos bueyes blancos son enganchados a un arado de bronce, la vaca en la parte de dentro, llevando el arado contra las manecillas del reloj y grabando así el templum en el suelo. El surco crea un círculo sagrado. como las paredes que se levantarán sobre él, está bajo la protección de los dioses.Cruzar ese surco es un sacrilegio. Para mantener ese círculo abierto se levanta el arado cuando se llega a los puntos donde estarán las puertas de la ciudad. El que lleva el arado lo sujeta, lo porta (portat ) para crear una porta, una puerta. A diferencia del surco y de las paredes protegidas por los inmortales, el umbral y la entrada estarán bajo la ley civil. En la porta, domi ( la morada o el espacio para morar)y foras ( todo aquello que está más allá del umbral ) se encuentran; la puerta puede abrirse o estar cerrada. Benveniste señala que en las lenguas indogermánicas hay una profunda asimetría entre estos términos; pertenecen a grupos de palabras que no están relacionados. Están tan distantes uno de otro en significado, que ni siquiera pueden llamarse antitéticos. Domi se refiere al morar interno, mientras que foras se refiere a todo aquello que es dejado afuera.

Solo cuando el fundador ha arado el sulcus primigenitus ( surco) alrededor del futuro perímetro del pueblo, su interior se vuelve espacio que puede pisarse y sólo entonces arraiga en el paisaje el arcano templum celestial. El trazado del sulcus puede compararse a una boda en muchos aspectos. El surco simboliza una hierogamia un matrimonio sagrado entre el cielo y la tierra. El sulcus primigenitus lleva este significado de un modo especial. Al arar un surco alrededor del futuro pueblo, el fundador hace tangible el espacio interno, excluye el espacio externo al establecer un límite y realiza el matrimonio de los dos espacios en el lugar donde después se erigirán las paredes.


Ivan Illich

"H 2 O y las aguas del olvido”
Editorial Cátedra S.A. 1989.

1 comentario:

gustavo ávila dijo...

silvia, me parece una buena lectura. debieramos fotocopiar y distribuir a los estudiantes.
g.